María y Emilio celebraron su enlace nupcial en nuestro Complejo de Celebraciones el pasado sábado. Acompañados de sus familias y sus amistades más cercanas, quisieron celebrar su «sí quiero» al aire libre, y celebrarlo después con una cena a la luz de la luna en nuestra zona ajardinada.
En Catering La Gran Familia ponemos todo de nuestra parte para que todos los sueños de nuestros clientes se hagan realidad, y María y Emilio querían una boda en la que los detalles fueran la clave de su éxito. La propia novia se encargó de todos los pequeños detalles que hicieron posible la diferencia.
Empezó la celebración con la ceremonia civil, al atardecer. Del brazo de su hermano, y seguida de su madre y dos zancos vestidos de gala, María hizo su entrada en nuestro complejo sobre una alfombra roja. Allí la esperaba Emilio y sus invitados, expectantes como siempre con la entrada de cualquier novia. Preparamos nuestro jardín con dos bloques de sillas plegables blancas y pasillo al medio, cubierto de pétalos de rosa y cestos de flores ambos lados de dicho pasillo. El atril desde donde se oficiaba la ceremonia estaba flanqueado por un arco de forja engalanado con tul blanco, y delante del atril, un gran ramo de rosas blancas.
Como solemos hacer en esta calurosa época del año, instalamos jarras de zumos de cítricos naturales bien fríos para refrescarse antes de comenzar el cóctel. Para tomarlo, elegimos una original cristalería en dos colores: verde y morado, que dan un toque de distinción a la celebración ya desde el principio.
En esta ocasión, y dado que la cena fue en el exterior preparamos el patio interior con porche de madera para el momento del cóctel. Allí instalamos mesas de madera informales realizadas en exclusiva para Catering La Gran Familia, engalanadas con pequeños recipientes con flores, salvamanteles rústicos y cubiertos dorados.
Instalamos puertas antiguas en las que se colocaron fotografías que narraban la historia de amor de Emilio y María así como la disposición de los invitados en las mesas. Además, a lo largo de todo el espacio se colocaron pequeñas mesas adornadas con lavanda.
En este espacio tuvo también lugar un espectáculo con fuego y zancos de los dos invitados más peculiares de la boda.
La cena se sirvió en el jardín, en la primera parte de nuestro complejo. Allí instalamos mesas redondas para los invitados, y una gran mesa ovalada, donde los novios quisieron disfrutar de la velada con sus amistades más íntimas. Las mantelería elegida fue completamente blanca, la que más luce sobre el verde del césped. Sobre las mesas, pequeñas jaulas con flores dentro y bajo los platos, salvamanteles rústicos individuales. La mesa presidencial, por su parte, estaba engalanada con dos grandes faroles en metal y flores en su interior, y al fondo las grandes de «love» (amor).
Bajo las mesas instalamos focos de color para darle un toque diferente a la noche. La luz de las velas también fue protagonista, ya que a lo largo del pasillo de entrada había varios faroles con velas así como altos jarrones de flores.
Sin duda, fue una noche muy especial en la que el amor de la pareja de recién casados, fue protagonista. Gracias, María y Emilio, por confiar en nuestro servicios para este día tan especial.
*Puedes ver el album completo de la boda de María y Emilio pulsando AQUÍ.