Emilio y Marta son dos jóvenes villafranqueses que tras años de noviazgo, decidieron unir sus vidas en matrimonio. Así, el pasado 30 de agosto tras una ceremonia civil oficiada en nuestro Ayuntamiento, quisieron festejarlo por todo lo alto en nuestro Complejo de Celebraciones.
Al anochecer –uno de esos anocheceres de cielos anaranjados tan típicos de nuestra tierra– los invitados entraban a nuestro complejo, siendo agasajados por nuestro personal con un cóctel de bienvenida acompañado de música en directo a cargo de un cuarteto de saxofones de la localidad.
El buffet, anunciado en unos marcos estilo vintage, se componía entre otras cosas de ibéricos de nuestra zona, piruletas de langostinos marinados con vieiras, rollitos de primavera en salsa agridulce, cestitas de crujientes, etc. Y cómo no, no faltó el jamón ibérico para deleitar los paladares de los invitados.
Las mesas del jardín, con mantelería blanca, eran tanto altas, para picotear de pie, como bajas, para poder disfrutar de los primeros bocados de la noche sentados en un agradable lugar.
Los detalles sin duda fueron los protagonistas de esta boda de ensueño: una mesa con un libro de firmas para que los invitados escribieran su felicitación a la feliz pareja, un photocall que invitaba a viajar por las nubes en la que los propios invitados podían hacerse su foto con una cámara habilitada para ello, un “árbol de los deseos”, globos en las sillas de los más pequeños, detalles para higiene íntima en los baños,… Nada podía quedar al azar en una fecha tan importante para el joven y reciente matrimonio.
En nuestro gran salón se celebró la cena tras el buffet de bienvenida. Las mesas estaban engalanadas con una juvenil mantelería en verde hierba y blanco, con sillas blancas en estilo desenfadado. Sobre las mesas, cestas de flores y velas para conseguir un ambiente íntimo a la espera de la entrada de los novios, uno de los momentos con más expectación de la noche.
Como viene siendo frecuente en nuestras últimas bodas, Marta y Emilio eligieron una disposición de las mesas tanto en redondo como en alargadas, para aquellos grupos o familias más grandes que no desean que estén por separado en un día tan importante. La mesa presidencial por su parte, la ubicamos en el centro del salón para darle la importancia que esta merece. Y es que, una pareja tan feliz no merece otra cosa que ser el centro de la atención en el día de su boda.
Desde este espacio queremos dar de nuevo nuestra más sincera felicitación a Marta y Emilio, así como a sus respectivas familias. Así mismo, nuestro agradecimiento por su confianza en nuestro servicio. Por último, dar las gracias también a los invitados, por su amabilidad, lo que ayuda a prestar un mejor servicio por nuestra parte.
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