Jesús y Virginia, una joven pareja de Villafranca de los Barros, se dieron el sí quiero el pasado 10 de septiembre, y quisieron celebrarlo en las instalaciones del Complejo de Celebraciones Catering La Gran Familia.
Al ser una boda de tarde, el cóctel comenzó a la caída del sol, en estos primeros días de septiembre en que ya se nota cómo se acortan los días. El personal de servicio de Catering La Gran Familia esperaba la apertura de puertas bandeja en mano para ofrecer a los invitados de Virginia y Jesús la primera copa de la noche y desearles una agradable noche.
Durante los primeros momentos de la noche se desarrolló el cóctel en nuestros jardines, aprovechando las buenas temperaturas que nos ofreció el verano en estas primeras semanas de septiembre. Ubicados alrededor de mesas bajas de madera, confeccionadas en exclusiva para nuestra empresa, así como en mesas altas con mantelería blanca, se colocaban los invitados para degustar los platos de la noche: abanicos de ibéricos y otras delicatessen de alta cocina como las que elaboramos cuidadosamente en la parte que no se ve de nuestro Complejo, que sin duda es una de las más importantes.
Pero además de la cocina y los sabores de nuestros platos, es importante también en un evento como una boda, el entorno: el césped en perfecto estado, los espacios comunes sin que falte detalle, y la decoración, sencilla pero imprescindible. En esta ocasión, instalamos detalles vintage que tanto éxito están teniendo esta temporada: bicicletas, arcos de madera hechos con puertas antiguas y telas, escaleras decorativas y faroles a lo largo de todo el jardín. Pero la modernidad no está reñida con la tradición, por lo que quisimos dar un aire vistoso al ya de por sí llamativo espacio exterior. En las mesas que contaban con mantelería blanca, instalamos luces de color que daban al lugar toques azules, morados y rosas, entre otras. Además, siempre hay quien quiere usar el espacio chill out: nuestros magníficos sofás blancos adornados en esta ocasión con cómodos cojines en rojo pasión.
Por supuesto, no faltó nuestro food truck ni tampoco nuestra última adquisión: el carro para cerveza helada, que tan buenas críticas está teniendo entre nuestra clientela e invitados a este tipo de eventos.
Poco a poco transcurría la noche hasta que llegó el momento de pasar a nuestro gran salón, con capacidad hasta para 800 personas. Antes de pasar a él, los invitados podían ver en qué mesa estarían ubicados. Para ello instalamos en el exterior un panel de madera con rejilla y sobre él, con pequeñas pinzas de colores, las tarjetas en las que encontrar la mesa correspondiente. En el interior, otro panel sobre palet bajo un arco adornado con flores y faroles.
En nuestro gran salón, la pareja quiso marcar un contraste con los colores del cóctel, eligiendo para las mesas mantelería en negro con camino en color plata y estampado floral. Tan solo una mesa tenía un poco más de color: la de los niños, en las que sobre cada silla los novios quisieron colocar globos de colores.
Para terminar la noche, barra libre con sesión de DJ y por supuesto, nuestro photocall para hacerse las mejores y más divertidas fotos de la noche.
Agradecemos a Jesús y Virginia su confianza en nuestro trabajo, esperando que fuera satisfactorio. Felicidades de nuevo y os esperamos para seguir compartiendo con vosotros momentos de felicidad.
*Puedes ver el álbum completo de la boda de Jesús y Virginia en nuestra página de Facebook o pulsando AQUI.