El verano, la mejor época para casarse, o eso dicen. El calor permite hacer los banquetes al aire libre, incluso las celebraciones civiles, sin temor a que haga frío o llueva (aunque si eso pasa, ya sabéis que «novia mojada, novia afortunada»).
Este pasado fin de semana en nuestro Complejo de Celebraciones tuvimos la oportunidad de celebrar dos grandes enlaces.
El primero, el viernes: la boda de Toni y Amanda, una pareja de Llera que quiso venir a Villafranca para celebrar su boda. Ellos optaron por una boda civil, para lo cual preparamos nuestro jardín para la ocasión: sillas blancas plegables para los invitados y de forja para los novios y padrinos. Por supuesto, no podía faltar el arco con tul blanco que preparamos para este tipo de ceremonias. En esta ocasión, la ceremonia la realizamos en el interior del patio porticado, para dejar la zona de césped libre para el buffet posterior. Para proteger los tacones de las invitadas y que éstos no se hundieran en el césped, Toni y Amanda quisieron poner a disposición de sus invitadas unas bolsitas con protectores de tacones adaptados a los diferentes modelos.
Uno de los detalles de esta boda fueron los refrescos de agua con cítricos naturales: agua de limón, de lima, de naranja… Todo para esta más fresquitos en el último día de este caluroso mes de julio.
En cuanto a la decoración, preparamos un photocall a modo de marco que complementaba las letras gigantes que Amanda y Toni habían preparado con sus iniciales. Además, la pareja preparó otro divertido photocall a modo de carta de ajuste.
El sábado, primer día de agosto, les tocó el turno a María y Agustín, una pareja de Villafranca que decidieron dar el sí quiero y celebrarlo en su pueblo junto a sus amigos y familia. La boda tuvo lugar por la tarde, con lo que el banquete lo realizamos ya en la noche, pudiendo disfrutar de un maravilloso banquete a la luz de la luna llena. Pero si bien había luz en el cielo, también en La Gran Familia quisimos poner luz en la tierra… Así, llenamos de luz cada una de las mesas del banquete, dando una gran vistosidad a la celebración y haciéndola única.
Sobre las mesas, con mantelería blanca, destacaban los centros de mesa compuesto por gerberas y margaritas en fuxia, blanco y verde. El menaje iba colocado sobre mantel individual rústico.
Un original detalle de la boda de Agustín y María fue la colocación de la distribución de las mesas, en palets blancos sobre balas de paja.
Sobreros, antifaces y boas de plumas fueron puestos a disposición de los invitados para hacerse las que seguro serían las fotos más divertidas de la noche.
Desde aquí damos las gracias a las parejas por confiar en nosotros y volvemos a felicitarles y desearles que sean muy felices en esta nueva aventura de sus vidas.