Ya os adelantamos la pasada semana que teníamos la celebración de una boda en Cáceres, concretamente en el pequeño pueblecito de Garrovillas de Alconétar. Como ven, nada se nos resiste aunque haya muchos kilómetros de distancia, en este caso más de 150.
La boda se celebró el pasado sábado aunque varios días antes, gran parte del equipo de Catering La Gran Familia, estaba ya organizando y preparando todo, o casi todo, para que no hubiera imprevistos de última hora.
El día del evento comenzó para nosotros bastante temprano. Parte del equipo viajó hasta la localización en autobús; otra parte, en nuestras furgonetas refrigeradas donde llevábamos toda la comida a servir.
Una vez que todos estábamos allí, comenzó el trabajo más duro: preparar cada uno de los platos que se servirían a los comensales.
En esos momentos el ritmo de trabajo se intensifica y todo debe estar correctamente coordinado: cada persona realizando el trabajo encomendado.
Mientras unos trabajaban en la cocina, otros lo hacían en la carpa donde se celebró la boda ya que la lluvia estuvo presente durante toda la pasada semana.
En esta carpa, decorada para la ocasión en color rojo, se sirvió el cóctel de bienvenida.
Seguidamente, los invitados a la ceremonia disfrutaron de una gran comida en una carpa anexa, decorada a base de tonos blancos y negros.
No faltó ningún detalle y el evento fue todo un éxito. Una vez más, Catering La Gran Familia demostró su excelente trabajo ante un evento de estas características celebrado lejos de nuestros fogones.